El 18 de octubre de 2019, fue el inicio de la revuelta popular más importante desde el retorno a la democracia en Chile. El aumento de la tarifa del transporte público desató una ola de protestas para exigir el acceso a los derechos básicos como la salud, la educación o las pensiones. "Hasta que la dignidad se haga costumbre" fue uno de los principales lemas.

Hubo más de 30 personas fallecidas, miles de heridos y detenidos. También hubo cientos denuncias por violaciones a los derechos humanos y reiterados llamados de organismos internacionales a poner fin a violencia y represión policial. 

Después de semanas de mobilizaciones el Gobierno convocó un plebiscito para modificar la actual Constitución, heredera de la dictadura de Augusto Pinochet, y diseñada bajo la lógica de un sistema neoliberal extremo.